domingo, 21 de diciembre de 2008

Nunca está de más

Cuando me faltaba una semana para terminar mi contrato en revista Domingo de La República, no se llegó a publicar mi última nota. Lo que me dio a entender mi editor era por la coyuntura: de aceitadas y faenones, lo cual me dio algo de serenidad. De todas maneras, ello no evitó que me pusiera, al menos por un momento, con algo de congoja.

Bueno, pasando esos días, y ahora en busca de otro espacio laboral, (que claro no descarto volver al último, por supuesto) decidí publicarlo en este post.

El siguiente es un informe sobre la imprudencia de los peatones como una de las causas de los accidentes de tránsito en la capital. En medio de comisiones que intentan moralizar al país, con Raffo de capitán; de la verborrea de García; y de una crisis que recién se les ocurre reconocer a los empresarios; algo tan cotidiano como la educación vial y los accidentes desafortunados no deja de ser recomendable prestarle atención.

Además, porque a principios de esta semana, se debatió el tema de seguridad vial, y en algunos medios propusieron que se imponga papeletas a los peatones por sus errores, además de los conductores. Entonces, ante esta desinformación, me llevó a tal motivación de publicación. Definitivamente, mi blog no goza del alcance de cualquier medio, digamos. La intención, de todas maneras, vale.

Ahí les va.


S.O.S: Los peatones también tienen luz roja.


No hay día en que las muertes por accidentes de tránsito no sean primera plana en los principales canales y diarios del país. La cifra ha alcanzado ya los 31 mil 555 personas muertas en los últimos diez años: somos uno de los países con mayor índice de accidentes de tránsito en el mundo. Todos se echan la culpa y, para variar, nadie quiere ser el responsable. Dentro las principales causas de los accidentes, no siempre es el conductor quien los provoca.

El siguiente informe mostrará que el peatón también forma parte de este alto número de accidentes. La irresponsabilidad de los peatones también tiene sanción en este país. Lo malo es que, como siempre, la ley es letra muerta en el Perú... al menos para los más desfavorecidos. Y esos son muchos.



En la avenida Brasil con Javier Prado, el puente peatonal no es utilizado para lo que se construyó: que los peatones lo utilicen para así generar menos accidentes en la pista. Al contrario, cada día, los peatones la cruzan desde cualquier punto de esta. El panorama en ese cruce de avenidas se presenta como una carrera de footing.

La misma escena, pero sin puente, sucede en las avenidas más transitadas de Lima como Tacna, Abancay, Manco Cápac, Javier Prado, entre muchas otras. Los peatones son la tercera parte de los accidentes de tránsito en la capital. Su imprudencia los lleva a eso. Si siempre hemos mencionado la negligencia de los conductores, los peatones también forman parte de esa culpa. Y es que el 50 % de los accidentes son porque los mismos peatones están bajo los efectos del alcohol: de 113 accidentes, 49 de ellos han estado en estado de ebriedad, 59 por la imprudencia del peatón y cinco por culpa de los padres de familia, quienes llevan a sus hijo de la mano y cruzan la pista por cualquier lado.

“El peatón no tiene carta libre. También tiene obligaciones como derechos”- afirma Luis Quispe Candia, director de la ONG Luz Ámbar. Así como los conductores, los peatones deben respetar las señalar las señales de tránsito o cuando el semáforo está en luz roja, entre otras responsabilidades. Y es que de 374 accidentes en los 43 distritos de la capital, 113 han sido por causa de los mismos peatones. Vemos que por la avenida Circunvalación, Brasil o Panamericana Norte, por mencionar algunos ejemplos, que las personas arriesgan sus vidas saltando las cercas o paran sus taxis o micros a mitad de la calzada. Es decir, le sacan la vuelta a la formalidad.

Pero, como ya hemos visto, las cifras indican que el peatón tiene la culpa del incremento de accidentes de tránsito. No hay que ‘victimizarlo’ y echarle toda la culpa al conductor. La imprudencia y sanción tiene que castigarse. “En realidad es como haber decretado la pena de muerte a los peatones distraídos”- menciona Juan Tapia Grillo, presidente del Centro de Investigación y de Asesoría en el Transporte Terrestre (Cidatt). Además, Tapia agrega que “hay que señalar a las autoridades de la municipalidad como la principal responsable y hasta ahora se discute si la culpa la tiene el paetón o el conductor”.

¿Luz verde a los peatones?

El peatón no tiene luz verde. Según el reglamento de tránsito promulgado por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones el 23 de julio del 2001, hay penalización para el transeúnte cuando comete una imprudencia. Las multas también están tipificadas en este reglamento, además de señalar qué falta es muy grave, grave o leve. Las más graves se multan con el 2% de la UIT y las más leves con el 0.5 %

7 años han pasado y el reglamento no ha castigado a las más de miles imprudencias de los peatones. Ninguna papeleta se ha emitido a las infracciones de estos. “El culpable de todo esto es la Municipalidad de Lima. El reglamento señala que el concejo edil tiene que proporcionar los formatos de las papeletas y la policía denuncia en estas papeletas al constatar una infracción de tránsito” – señala Quispe Candia, quien agrega además “si la policía no tiene el formato proporcionado por la municipalidad, entonces no se puede hacer nada”. La ley, como en muchos casos, es letra muerta.

Pero claro, este reglamento, como continúa Quispe Candia: “es pecuniario”. Es decir, es para recaudar fondos. Esta es la causa por la cual el municipio de Lima no ve la forma de cómo cobrar, a pesar de estar señalado en el reglamento. Mientras eso pasa y ni siquiera se genera una conciencia de educación vial, muchas personas fallecen por accidentes de tránsito: “el presupuesto de la república tiene 3 mil 500 muertos todos los años. Es decir, en 5 años se mueren 16 500 peruanos como parte del presupuesto. Esto es increíble” – dice Tapia Grillo, quien reclama más atención de parte de las autoridades ediles como del país para frenar el número de muertos.

Vía de solución

“Se tiene que entender que las papeletas tienen un propósito educativo. El propósito no es pecuniario, evidentemente hay que comprender la sanción moral.” – indica Quispe Candia. Es claro, no se trata de recaudar fondos, sino de que cada peatón cumpla con sus deberes. De que respete las señales de tránsito, así como también los conductores. Es decir, una educación vial integral.

Quispe Candia confía en una alternativa: crear un plan piloto en que: “la municipalidad establezca dos o tres cuadras de una determinada avenida (como la avenida Wilson o Abancay, por ejemplo). Solamente esas dos cuadras se restringen estrictamente. Peatón que no cumple las normas en estas dos cuadras será sancionado”. Es ahí donde la policía actúa registrando las infracciones de los peatones y a través del DNI del peatón sancionado se le registrará la falta. Claro, la policía no se olvidará de castigar las faltas de los conductores. Y así reducir el número de accidentes. Ojalá, de esta alternativa o de otra, así sea.


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Algunas cifras

El Perú es uno de los países con mayor índice de accidentes de tránsito en el mundo. En los últimos diez años, 31 mil 555 personas han muerto en accidentes de tránsito. Sólo en el 2007 se produjeron unos 50,000 accidentes en las pistas y carreteras con un promedio de nueve muertos por día.

Cada 18 minutos se produce un choque. Cada día, se mueren 10 personas. Los daños por estos accidentes ascienden a mil millones de dólares por año. Es decir, aproximadamente, el 1.5 a 2 por ciento del Producto Bruto Interno.

FUENTES: CIDATT, ONG LUZ ÁMBAR, REGLAMENTO NACIONAL DE TRÁNSITO 2001.

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