martes, 24 de marzo de 2009

(Sobre) Exceso de triunfalismo



Alan García nos pinta el porvenir del país de mil maravillas. Para su cometido, no importa refutar al reciente presidente elegido de la potencia mundial, Barack Obama, para sacarle en cara que no haga espantos frente a la crisis mundial. Para García, la crísis es poco menos que chiste de cantina. Después, vino la Confiep y otros empresarios que frunceron el ceño ya que dicha crísis si era de verdad. Al libre mercado le empiezan a salir las primeras grietas. Luego, la idea de que nuestro país va a ser el uno de los privilegiados en que este fantasma económico no nos aceche. Alan nos serenaba: mejor dicho, serenaba a "sus" empresarios.

Entre muchas otras cosas que la coyuntura ha ido desmintiendo las frases populachera de nuestro presidente, la de ayer sí rebasa lo esperable. Esta vez, dijo que nuestro país, bajo su mandato es respetuoso de las libertades individuales, de la democracia y de los derechos humanos. La noticia, vía La Primera:

" “Nuestro Perú levanta en Sudamérica las banderas de la afirmación de la libertad, de los derechos humanos, de la representación democrática, pero también la bandera de la modernidad porque consideramos que el proceso sin retroceso y sin retorno de la constitución de un gran mercado cultural, político y económico en el mundo es un hecho sin precedentes del siglo XXI”, dijo efusivamente. "

Juat?! Me perdí de algo. Esperen. El presidente que rechazó la donación de 2 millones de dólares de parte de Alemania para la construcción de un Museo de la Memoria; el mismo que esconde pasivos de crímenes de LESA HUMANIDAD, debajo de la alfombra, como la masacre de los penales; él mismo que dictaminó al único y verdadero peruano como, únicamente, cobrizo. Sí ese mismo, de incontables arranques autoritarios, producto de infinitas cantidades de litio ingeridas en su juventud de motociclista de medianoche, jura y rejura ante empresarios italianos que nuestro país respeta los derechos humanos. Es decir, nuestro país es la maravilla de la democracia. Costa Rica a nuestro lado es un periódico de ayer.

El ego y la megalomanía de García ya es un plato repetido en sus discursos transmitidos a diario en canal 7. Lo reprochable, y hasta irresponsable, es que venda un Perú ante ojos del extranjero que no es. Si con las cumbres, la muestra resultaba una careta, lo de ayer es creer que el nuestro es un país donde todo anda en orden...cosa un poquito difícil de creer digamos.

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