lunes, 13 de agosto de 2007

El Helénico



Ya se, de los pocos lectores que tiene este blog, me dirán: escribe otra cosa que no sea fútbol. Pues bueno, un poco en contra de esa mínima demanda, me animo a relatar la historia del porqué del nombre de este blog: el helénico; y también sobre esa inusitada pasión sobre un país que no guarda alguna relación con mi persona. Para esto, tengo que referirme al tema fútbol...desafortunadamente. La historia puede estar rodeada de clichés empalagosos, y viejas moralinas, pero bueno creo que es la única manera de contarla.


Era el año 2001, cuando Panathinaikos enfrentaba a la Juventus en Grecia por la Liga de Campeones de Europa (para los desentendidos, este torneo es la analogía a lo que viene a ser la Copa Libertadores, torneo continental de equipos de Sudamérica). El estadio se llama el Spyros Louis. No se por qué al ver este partido, de alguna manera causó efecto en mi, el equipo verde del Panathinaikos . Esa noche en Grecia (tarde para mí) vi cómo el equipo griego, al mejor estilo de David contra Goliat, venció 3 a 1 a uno de los equipos más pintados del mundo (que alineaba a figuras como un imbatible arquero Edwin Van Der Sar, un impasable Ciro Ferrara, Alessandro Del Piero y un goleador como el 'Pipo' Inzaghi). En cambio, no tenía referente alguno sobre el once griego, ni de su fútbol en general. Algo recordaba de la ola de jugadores peruanos que migraron hacia ese fúbol, allá por el '97 (caso Kukín Flores, Paolo Maldonado, César Flores, por nombrar algunos), pero nada más. Curiosamente, en el banco de suplentes del Panathinaikos aparecía un ansioso Percy Olivares.


Ese partido fue el comienzo de una pasión que hasta estos días sigue en pie. Lo afirmo sin ningún impedimento de llegar a alguna cursilería. Simplemente apelo a la pasión de un hincha de un equipo. Pero esto, no cabe en la ortodoxia futbolística, es decir en esos hinchas del fútbol, hinchas de los equipos grandes, que siguen a jugadores más mediáticos. Claro, es válido, como se dice de gustos y colores no han nacido los autores, pero lo lógico sería, si funcionara también para algunos locos que quieran ser hinchas de otros equipos no tan populares. Así, desde esa fecha, comencé a investigar un poco más sobre los jugadores de este país. No había mucha oferta de jugadores conocidos, y mi tarea, de alguna manera, se convirtió en publicarlos. Me convertí en el vocero de las actividades de la selección de fútbol del país heleno. Puede sonar risible, pero la dificultad era aún mayor, teniendo en cuenta que la mayoría de mis amigos predica el jogo bonito, antes que la victoria: románticos le llaman.

Por eso, el día que campeonó Grecia en la Eurocopa 2004, de alguna manera, me sentí cómo ese director técnico que después de haber perseverado, fecha tras fecha, con su equipo que venía de abajo, vio, por fin, frutos. Y vaya qué fruto. Grecia era la sorpresa. A medida que avanzaba en el torneo, la crítica general ya no sabía por dónde atacarle. Lo último fue que este equipo era pura defensa y nada más. Me pregunto ¿quién metió los goles? Un goleador como Angelos Charisteas, el 9, un jugador made in Grecia. un guerrero como todo el equipo. Entonces, ¿de qué sirve jugar bonito y perder? Suena inútil. Lo que Grecia demostró con este campeonato fue acallar esa crítica conservadora, esa misma que quiere ver a 11 Pelés, o Maradonas, y que todos los días campeonen su Madrid o Boca Juniors. Lo divertido de un deporte como el fútbol es que siempre existan esas Grecias que sorprenden, para darle esa variedad. Así, no hay una dictadura futbolística.
Ese campeonato hasta la fecha ha sido su único logro. Sus críticos no están dejando pasar la oportunidad para decir que no volverá a serlo jamás. En todo caso, se nota que ese campeonato les dolió en el alma, en el ego de su aparente sapiencia futbolística, y también en sus bolsillos, confiados de haber apostado a Portugal, Francia o Inglaterra.

Y bueno, así es que denoto mi fanatismo por la selección griega, algo que está fuera de contexto, de moda también, y de otros cánones futbolísticos. La historia puede ser la más común de todas, pero tenía que contarla.

He ahí el helénico.

Go Hellas!!!



1 comentario:

Daniel dijo...

Tú también eres un romántico apasionado del futbol. No te hagas. Y bueno, definitivamente lo paja de este deporte es que en una zona de conflicto, donde se ven las caras once guerreros contra once guerreros, todo puede pasar.