jueves, 30 de abril de 2009

La pandemia mediática


Un fuerte virus influenza A H1N1- ahora también llamada gripe americana- ha causado, de manera inmediata, una suerte de histeria colectiva. Un pánico generalizado mundial. Los resquemores por las teorías del fin del mundo vuelven a aparecer y las gentes, desprevenidas, desfilan por las calles con sendas mascarillas, que ocultan sus rostros dubitativos, llenos de incertidumbre por no saber lo que puede suceder más adelante.

Es cierto. No estamos en condiciones de subestimar a esta enfermedad, que parece ya haber insertado el terror a las personas. Pero tampoco es para exagerar, para entrar en ese laberinto de pánico. Ni blanco ni negro. Aquí el matiz juega un rol importantísimo: la información veraz es la prevención del caso.

Supuestamente, es en este contexto donde los medios deberían cumplir con su chamba. Informar a la población lo que está sucediendo, lo qué está pasando: las 5 preguntas. Informaciòn del virus para dummies: what, who, where,when, why. Sin ideologías, ni creencias politiqueras, solo información pura y vital. Pero justo aquí, los medios hacen todo menos eso: una desinformación propagadora de pánico. Desafortunadamente, hay que rebuscar esa información útil en esta coyuntura. Cito a la BBC, al respecto sobre una posible comparación con un virus que se propaló en la segunda década del siglo XX:

"Tal como señala el doctor Webster, esto tiene paralelos muy preocupantes con la peor pandemia de gripe que ha azotado al mundo, la de 1918, causada por la cepa H1N1 del virus de influenza.

"Esta situación es muy similar a la gripe porcina -o gripe española- de 1918 que afectó a la población joven adulta".

Los expertos afirman que quizás es prematuro comparar la situación actual con esa pandemia que mató a decenas de millones de personas en todo el mundo.

Pero tal como señala el virólogo estadounidense, "es difícil no comparar ambas situaciones pero la gripe española se desató con el H1N1, y éste es el H1N1; la gripe española comenzó con cerdos y este brote comenzó con cerdos; así que desde el punto de vista científico no podemos evitar la búsqueda de paralelos en ambas situaciones".


En nuestro país- no podía ser la excepción- los medios no han estado acertados del todo para informar. Uno de los diarios más populares de la capital- El Chino- deja un titular, sorna mediante: !YA FUIMOS! Pero, fue el lunes de esta semana que el mismo tabloide se destapó con la siguiente portada: PLAGA TRAE EL FIN DEL MUNDO. Gripe de cerdo es la última pandemia del apocalipsis.



El kiosko ha estado repleto de portadas alarmistas, llenas de generalidades que desaciertan en informar y solo azuzan el miedo en las personas. Consecuencia de ello, el precio del pollo ha subido y el pobre chancho bajó. Las mascarillas se venden por montones: desde cincuenta céntimos a siete soles. Los mayoristas se frotan las manos al adelantar su agosto. El ministro de Salud se equivoca al pronunciarse sobre la posible infectada, ciudadana argentina, que, por emergencia, tuvo que aterrizar en nuestro país. Y, por supuesto, todos los medios recogieron la noticia, desmentida recién al día siguiente. En México, principal país afectado, las medicinas y servicios básicos como el agua han incrementado notoriamente su precio, entre otras cosas más.

Por favor, creo que algo más de respeto se merece la gente. No intento hacer un llamado a la conciencia. Es simplemente un llamado de responsabilidad y de ética al informar. Por lo pronto, cito a la agencia AFP en uno de sus últimos despachos en estas horas:

"Todos los países están mucho mejor preparados que hace 5 años, cuando la primera alerta por la gripe aviar", señaló la directora de la OPS, Mirta Roses, durante una sesión especial en la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la gripe porcina (...) todos los países de la región han actualizando los planes contra la influenza desde 2004, con planes probados, con simulacros, con fuerte capacitación de personal", dijo Roses."

América Latina y el mundo puede respirar algo más calmada, a pesar de todo este alud de falsetes informativos. No subestimar la enfermedad ni irse al otro extremo: el punto medio consiste en prevenir. No hay que descartar nada.

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