La desafiliación de Perú a la élite mundial futbolística, leáse la FIFA, ha generado consenso en la cada vez más sufrida hinchada peruana: la salida inmediata de Manuel Burga, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol. Y es que las voces de protesta se han aunado más y más, conforme el dirigente más detestado del fútbol peruano llamaba a la confianza del presidente Alan García para servir intermediario con Woodman, en un canal deportivo de Argentina.
¿Alan de intermediario? Como diría una señorita de veinte años asidua concurrente de las playas del kilómetro 97, en un lenguaje más localista con no pocos ribetes de pituquería made in Lima: !hello!
Pese a que haya 96 % de aprobación según la última encuesta realizada sobre la desafiliación de Perú, la medida dolerá y mucho. Y es que, a opinión personal, lo que más se va extrañar es el campeonato peruano. Si bien la medida puede ser rectificada este 20 de diciembre, la realidad dicta que el acuerdo entre Burga y Woodman va resultar más difícil que juntar a Ampuero y Hildebrandt.
Más que la selección, es el carácter ad-hoc del campeonato peruano que su ausencia se sentirá. Y es que me arriesgo a afirmar que no pocas personas no cambian la señal de Cable Mágico por DirecTV solo para ver su julgo peruano.
Es por ello, dedico este post a recordar algunas recuerdos muy particulares que me quedaron en la retina del recuerdo :
- Tomás 'el ratón' Silva, aquel uruguayo con notoria melena, anotaba un hat trick y César Charún conectaba un cabezazo para sellar el 4 a 0 frente a San Agustín. Era 1992, cuando a mis noveles ocho años, mi padre me llevó al estadio del distrito de Breña. Las bancas rojas de madera en la tribuna norte del Lolo Fernández fueron las primeras que me acogieron en mi incipiente afinidad con el equipo crema.
- Aquel octogonal del 1994, en el que los equipos animadores eran: León de Huánuco, Deportivo Sipesa de Chimbote, San Agustín, un equipo representante del colegio , y el Sport Boys, aparte claro de los tres 'grandes' conocidos en la tradición futbolera del país. Cada partido del octogonal era pronóstico reservado. La U, Alianza y Sporting Cristal tenían que sudar más de lo que esperaban para ganarles al resto de equipos.
Ese León huanuqueño tenía en sus filas a unos nóveles y enjutos Edson -El cheta- Domínguez y Giuliano Portilla. Aquel jugaba de 6 y el que fuera campeón de la Copa Sudamericana en el 2003, de 10. Y si el Sport Boys tenía a Marquinho como uno de las mejores contrataciones de ese año, Danny Chumpitaz no se cansaba de anotar goles de tiro libre para el cuadro de San Agustín. Por su parte, el Sipesa de Chimbote tenía a Ader Cruz como punta de lanza (Recuerdo a fin de año que una portada de El Bocón era una de Cruz en la plaza de armas de Chimbote y abajo una red de pescador. El titular decía pescador de goles. Y es que resulta que por esos días cercanos a las fiestas navideñas, Ader se convirtió en un delirio para los equipos de la capital por tenerlo en sus filas).
- En el mismo año, en Matute se jugaba el clásico del fútbol peruano y ocurrió lo inesperado: Nunes ganó por K.O. a Alex Kopriva, delantero argentino de Alianza Lima. El resultado quedó en la anécdota (1 a 0 a favor del cuadro íntimo). La perplejidad fue común en los hinchas, árbitros, jugadores, técnicos y televidentes. Después de eso, un juego de Súper Nintendo trató de extender el recuerdo, un año después. Claro, la piratería y el 'ingenio' peruano le echó una mano para mostrar aquella escena al inicio del juego.
- Aunque me duela en el alma, el 6 a 3 que le propinó Alianza a la U en el 95, es uno de esos momentos que también recuerdo. Claro, con un sabor agrio: como si tuviera hambre y en vez de un suculento menú jugoso, solo ingiero un mísero paquete de Marquesitas. Aquella tarde, la torpeza era la única cualidad del portero paraguayo Celso Guerrero, quien desde esa día la trinchera norte lo declaró persona no grata.
- Deportivo Municipal vs Platense(Argentina): Era verano de 1998, cuando, sin ningún amago de austeridad, las alcancías de la dirigencia edil se rompieron para comprar un equipazo. El hermano de Diego Maradona, Lalo, fue el fichaje soñado. Pues, era al fin y al cabo, un Maradona en nuestras tierras. Y los dirigentes, llevándose por la emoción de la hinchada y algo demagogos, trajeron al Platense de Argentina para probar su dream team. Esa noche el resultado quedó 3 a 2 y el estadio Nacional estaba repleto. La dupla Ma-Ma comenzaba a asustar a los equipos capitalinos: Lalo Maradona y Roberto Martínez parecían darse pases casi sin mirar. Claro que el hermano del Pelusa no disfrutaba de la misma popularidad de uno de los mejores del mundo.
- La corrida de Rossi: Tarde de domingo de 1995 y la U jugaba el clásico alternativo ante Sporting Cristal. 1 a 1 el marcador y Martín Yupanqui, arquero de facciones que calzaban con su apellido, le había tapado un penal a Jorge Soto, aquel de corrida de tranco largo. Después de algunas jugadas y más fouls, Rossi, el brasilero de melena rubia, se envalentona y corre desde la mitad de la cancha, mientras Jorge Soto lo sigue. El delantero crema llega al aréa, patea y anota: Soto nunca se animó a siquiera tocarlo.
Son solo algunos momentos de varios que he podido seguir contando. Ya no veremos celebraciones por demás elocuentes como aquella de Rómulo Fernández cuando, con camiseta del Atlético Grau de Piura, se subió a una ambulancia para tocar el claxón. Ya no veremos aquel gallo que se metió en un partido de la Copa Perú. Ya no veremos risibles contrataciones que, a principios de cada año, hacían los equipos, quienes sus dirigentes las anunciaban con ciego optimismo. Ya no veremos, en fin, al fútbol peruano...Ojalá, pensandólo mejor, no nos desafilien.
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