Esto de ser hincha de un equipo al que no puedes ver más de tres partidos por año ( y eso que la cifra es generosa si contamos que los videos son extraídos del maravilloso You Tube) es algo, creánme, más sufrido que ser hincha peruano. Pero tiene su recompensa: por segunda vez consecutiva, la selección de Grecia clasifica a la Eurocopa . Esta selección vaya qué me hace sufrir, y sí, no es broma: Grecia es como mi segunda patria, sin que le encuentre alguna explicación racional. Lo digo muy a pesar de burlas al por mayor que este post me pueda ocasionar ( como que ya las he tenido). Aquí una teoría por la que pueda explicar la hipotésis de porqué soy más hincha de Grecia que de Perú.
La selección peruana está cada vez peor. Eso, en mayor o menor medida, todo el mundo lo sabe. Creo que lo mejor hubiera sido que la amenaza de suspender a la Federación Peruana de Fútbol hubiese sido real. Pero no, seguimos con esa terquedad del hincha made in Perú: ese hincha que desconoce su realidad, que cree que somos Brasil , cuando apenas somos competentes contra Bolivia y que Venezuela ya nos pasó por varias cuadras. En lo personal, tengo el orgullo de haberme salido de ese perfil del hincha peruano, y pasar a ser hincha de una selección europea que no tiene currículum de gran equipo, ni menos guarda algún vínculo conmigo. Es como un escape a mi realidad. Es algo que claro, al parecer no tiene ni pies ni cabeza, pero ya está inmerso en mi persona.
La clasificación de la selección helena al torneo europeo se dio ayer, gracias a la victoria que consiguieron ante sus archirivales de Turquía en el mismo Estambúl. Para traducirlo, es como si Perú le hubiera ganado a Chile en Santiago por una clasificación al Mundial... pero claro nosotros perdimos.
Como en el 2004, cuando Grecia clasificó, sin que nadie le prestara atención, ahora intenta defender su título: ese reto me gusta. De hecho, es una valla más alta que el torneo anterior... pero uno nunca sabe.
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