No, este no es deja vu, ni mucho menos una copia de lo que ya se leyó en la prensa deportiva en estos días. Por enésima vez, Perú decepcionó, más allá del planteamiento que lógicamente también falló. Pero, vamos, a quién queremos engañar: si antes de la Copa América, cuando Uribe tomó el equipo, nadie creía en él ni en el equipo. De pronto, se acercaban los días
para el torneo sudamericano e, inesperadamente, se creó una expectativa enorme: qué casualidad.
El hincha peruano tiene esa particularidad de abstenerse de la realidad, casi de un modo socrático, para pasar a hacer 'borrón y cuenta nueva'. Se aferra a un mundo fantasioso, lleno de comentarios por demás halagadores, esos mismos que nos llevan a un submundo que no haya críticas: con 'Jeffri', Pizarro y Guerrero nos llevamos la copa, se mencionaba al unísono. Y esto se alimentó más, el día que ganamos el primer encuentro ante Uruguay, no tanto en los jugadores, sino en la hinchada, prensa y claro también el mismo Uribe. No hay una teoría hasta ahora que termine de explicar el porqué de la ilusión de los hinchas peruanos, o por qué nos queremos olvidar la realidad, como en una suerte de querer ir (ahora que está de moda) 'al caballazo' ¿Cuál será el perfil del hincha peruano? Es algo que deberíamos saber a modo de urgencia ¿Autoflagelado o fiel?
Sobre el partido en sí, no hay mucho qué decir. Para qué mencionar más, si queremos críticas y cómo corregirlas, solo hay que hacer un repaso a los últimos 20 años. La tarea aunque suena sencilla es, contradictoriamente, complicada: hay que reconocernos tal y como somos. Perú es tan fuerte como Bolivia o como Islas Feroe, en cuanto a equipo.. las individualidades no interesan sino se forma un trabajo en equipo que logre resultados.
Hasta la próxima.
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