domingo, 30 de noviembre de 2008

La (única) República que se extraña

Particularmente, no uso este blog para contar mis rollos personales. !Bah! Para qué. En todo caso, uno, arbitrariamente, es quien decide los contenidos de su espacio electronal. Maneja su agenda a su modo y gustos personales. De todas maneras, tengo reparos en contar historias personales. La siguiente contradice todo lo expuesto anteriormente.

Y es que va con dedicatoria a un grupo de periodistas y fotógrafas que, creo, me abrieron el camino para crecer en mi carrera. Esa que es la más ingrata de todas, la que no tiene horario de oficina, la que te da la posibilidad de conocer desde un Bill Gates, viendo el único capítulo en que Coyote atrapa a Correcaminos, hasta un Mario Broncano que pulula por la 16 de la Avenida La Paz del distrito de San Miguel.

La experiencia de haber estado en aquella oficina del tercer piso, en el edificio ubicado en la tercera cuadra del Jirón Camaná, Lima, me ha roto el cascarón; me ha hecho el pare, me ha hecho reflexionar y bastante.

Como decía, esto va dedicado a Mario Munive, Raúl Mendoza, Nilton Torres, Jorge Loayza, Maritza Montes, Claudia Alva, Rocío Orellana. También el agradecimiento va para Juan Álvarez.

De manera personal, no me gustan historias con finales felices, con moralina azucarada. Es más, en las comidas, siempre preferí lo dulce que lo salado.

Utilizando esta pequeña digresión, digo que es posible que en alguna parte del texto me deje llevar por la emoción y todo el manjarblanco, pero es lo que al fin y al cabo sentí tras breves dos meses y medio. Ahí va.

Luego de una resaca por las celebraciones de mi cumpleaños (más que producto del alcohol, moral por no tomar ni una gota de aquel brebaje y sí ingerir grandes cantidades de pizza hawaiana, ya que desafortunadamente, no era fin de semana), había recibido la llamada de Mario Munive, editor de la revista Domingo de La República. Por su voz, imaginaba a alguien joven, digamos, de unos treinta años, felizmente alejado de toda la onda de los 'etiqueta boys'.

Pero, Munive aparenta tener más años, al menos cuando lo vi, de los que creía. Me dijo que podía venir al diario para hacerme una pequeña prueba. Sin pensarlo siquiera, asentí. Y es que la afinidad con el diario fundado por Gustavo Mohme Llona viene desde un 2004, cuando el bichito del periodismo me había picado. Ese año se produjo la mejor sustitución que, creo, un director técnico haría: La República por Perú 21. Hasta ahora recuerdo las entrevistas de Juan Álvarez en la última página del diario, o aquella entrevista que la periodista Lenka Zájec le hizo al entonces candidato Alan García, en pleno calor electoral de la primera vuelta del 2006.

Demás está decir que, desde ese primer día, cuando subí las escaleras y vi el peto imponente de Gustavo 'Papá' Mohme la piel se me escarapeló. Luego, subí al tercer piso y abrí la puerta, al costado de la redacción de 'El Popular'. Lo primero que vi fue una mesa central, donde ver al Correo y La Primera indicaban la diversidad de diarios que había. Dos redactores andaban concentrados mirando, cada uno, sus computadoras. Seguramente, preparando sus notas para la próxima edición.

Mientras tanto, mi nerviosismo hacía que mi mirada se dirija hacia el vacío. De pronto, escucho una voz que me pregunta: ¿Esperas a Mario? A lo que respondí, con cierto titubeo, que sí.

Aquella voz provenía de la coordinadora, quien con cara de buena ama de casa se mostraba muy cordial. Me dijo que esperara unos cuantos minutos, y que mientras tanto me sentara en la mesa central. En eso, otra voz, algo más estridente y algo chillona, se alzó en medio del taquetreo de los demás periodistas. Era la fotógrafa, quien resaltaba por su pelo fucsia: "A los practicantes acá siempre 'pierden' ah!"- recuerdo que, con cierta amenaza, advertía ella. Pues, había que tenerle cuidado, seguramente. El tiempo, después, hizo que sucediera algunos matices menos que lo contrario.

Después de la breve entrevista con el editor, no podía perder más tiempo y empezar con la investigación del tema encomendado: el juicio al ex gobernador de Tucumán, Argentina, Antonio Bussi. Fueron dos horas las que me quedé, en lo que se convirtió mi primer día como redactor de Domingo.

Los siguientes días conocí al resto de la plana periodística de la revista semanal.Al parecer, no tenía problemas con ninguno de los redactores principales ni con las dos fotógrafas. Ni siquiera con la que me había alertado de un posible infierno en mi status de practicante. El derecho de piso parecía no castigarme a mí, mas si a los otros practicantes de alguna manera. La confianza, por otro lado, fue apareciendo tiempo después.

De todas maneras, la emoción nunca desapareció ni siquiera se nubló. Estaba, al fin y al cabo, en el trabajo ideal para mí, el más soñado, cual Lionel Messi cuando vistió la camiseta de la selección argentina. Sí, puedo pecar de bochornoso, de horrible romanticón, en estos tiempos donde todo parece estar invadido del más superflúo pragmatismo. Pero, insisto, es lo que se sentía por aquellos días.

Mas que los artículos publicados, son los que fallé en el intento, los que, por alguna razón me falto varios detalles los que más, ahora, he aprendido. El periodismo puro, el de la reportería, el de ir a la avenida Buenos Aires del Callao, que en cada esquina te encontrabas a diez muchachos con el torso desnudo y abundante de tajos y derivados; el de ir a los Barrios Altos; por un creyente de El Señor de los Milagros, el de ir al Rímac y conversar con niños especiales que no tienen nada de especiales, en el sentido más horriblemente paternalista. No todos los días fueron happy days. La presión por cerrar a tiempo tus notas, por coordinar entrevistas, por manejar tus tiempos y demás. Pero cuando salía a la calle, de comisión, un sentimiento casi pueril, infantil, inocentón, afloraba en mi.

No hubo muchos litros de cervezas que sí hubiera querido compartir con aquellos redactores, pero sí algunas conversaciones, algunas politiqueras y varios chismecillos de la farándula periodística (como diría Hildebrandt: periodismo sobre periodistas). Aunque, la fiesta por el 27 aniversario de La República llegó algo tarde, ya que solo faltaban solo dos días más de contrato.

En fin, estas líneas intentaban mostrar el agradecimiento hacia las personas arriba mencionadas, que, de todas maneras, confiaron en mi trabajo. Aunque, no encuentro qué cosa o que habilidad habrán encontrado pero el agradecimiento,igual, va para ustedes.

Gracias compañeros republicanos... no digo ex, porque, de hecho, esa pasión que tengo por el diario no ha sido mermada, sino ha crecido con más fuerza, como para regresar...lo más pronto posible.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Se va a extrañar...

La desafiliación de Perú a la élite mundial futbolística, leáse la FIFA, ha generado consenso en la cada vez más sufrida hinchada peruana: la salida inmediata de Manuel Burga, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol. Y es que las voces de protesta se han aunado más y más, conforme el dirigente más detestado del fútbol peruano llamaba a la confianza del presidente Alan García para servir intermediario con Woodman, en un canal deportivo de Argentina.

¿Alan de intermediario? Como diría una señorita de veinte años asidua concurrente de las playas del kilómetro 97, en un lenguaje más localista con no pocos ribetes de pituquería made in Lima: !hello!

Pese a que haya 96 % de aprobación según la última encuesta realizada sobre la desafiliación de Perú, la medida dolerá y mucho. Y es que, a opinión personal, lo que más se va extrañar es el campeonato peruano. Si bien la medida puede ser rectificada este 20 de diciembre, la realidad dicta que el acuerdo entre Burga y Woodman va resultar más difícil que juntar a Ampuero y Hildebrandt.

Más que la selección, es el carácter ad-hoc del campeonato peruano que su ausencia se sentirá. Y es que me arriesgo a afirmar que no pocas personas no cambian la señal de Cable Mágico por DirecTV solo para ver su julgo peruano.

Es por ello, dedico este post a recordar algunas recuerdos muy particulares que me quedaron en la retina del recuerdo :

- Tomás 'el ratón' Silva, aquel uruguayo con notoria melena, anotaba un hat trick y César Charún conectaba un cabezazo para sellar el 4 a 0 frente a San Agustín. Era 1992, cuando a mis noveles ocho años, mi padre me llevó al estadio del distrito de Breña. Las bancas rojas de madera en la tribuna norte del Lolo Fernández fueron las primeras que me acogieron en mi incipiente afinidad con el equipo crema.

- Aquel octogonal del 1994, en el que los equipos animadores eran: León de Huánuco, Deportivo Sipesa de Chimbote, San Agustín, un equipo representante del colegio , y el Sport Boys, aparte claro de los tres 'grandes' conocidos en la tradición futbolera del país. Cada partido del octogonal era pronóstico reservado. La U, Alianza y Sporting Cristal tenían que sudar más de lo que esperaban para ganarles al resto de equipos.

Ese León huanuqueño tenía en sus filas a unos nóveles y enjutos Edson -El cheta- Domínguez y Giuliano Portilla. Aquel jugaba de 6 y el que fuera campeón de la Copa Sudamericana en el 2003, de 10. Y si el Sport Boys tenía a Marquinho como uno de las mejores contrataciones de ese año, Danny Chumpitaz no se cansaba de anotar goles de tiro libre para el cuadro de San Agustín. Por su parte, el Sipesa de Chimbote tenía a Ader Cruz como punta de lanza (Recuerdo a fin de año que una portada de El Bocón era una de Cruz en la plaza de armas de Chimbote y abajo una red de pescador. El titular decía pescador de goles. Y es que resulta que por esos días cercanos a las fiestas navideñas, Ader se convirtió en un delirio para los equipos de la capital por tenerlo en sus filas).

- En el mismo año, en Matute se jugaba el clásico del fútbol peruano y ocurrió lo inesperado: Nunes ganó por K.O. a Alex Kopriva, delantero argentino de Alianza Lima. El resultado quedó en la anécdota (1 a 0 a favor del cuadro íntimo). La perplejidad fue común en los hinchas, árbitros, jugadores, técnicos y televidentes. Después de eso, un juego de Súper Nintendo trató de extender el recuerdo, un año después. Claro, la piratería y el 'ingenio' peruano le echó una mano para mostrar aquella escena al inicio del juego.

- Aunque me duela en el alma, el 6 a 3 que le propinó Alianza a la U en el 95, es uno de esos momentos que también recuerdo. Claro, con un sabor agrio: como si tuviera hambre y en vez de un suculento menú jugoso, solo ingiero un mísero paquete de Marquesitas. Aquella tarde, la torpeza era la única cualidad del portero paraguayo Celso Guerrero, quien desde esa día la trinchera norte lo declaró persona no grata.

- Deportivo Municipal vs Platense(Argentina): Era verano de 1998, cuando, sin ningún amago de austeridad, las alcancías de la dirigencia edil se rompieron para comprar un equipazo. El hermano de Diego Maradona, Lalo, fue el fichaje soñado. Pues, era al fin y al cabo, un Maradona en nuestras tierras. Y los dirigentes, llevándose por la emoción de la hinchada y algo demagogos, trajeron al Platense de Argentina para probar su dream team. Esa noche el resultado quedó 3 a 2 y el estadio Nacional estaba repleto. La dupla Ma-Ma comenzaba a asustar a los equipos capitalinos: Lalo Maradona y Roberto Martínez parecían darse pases casi sin mirar. Claro que el hermano del Pelusa no disfrutaba de la misma popularidad de uno de los mejores del mundo.

- La corrida de Rossi: Tarde de domingo de 1995 y la U jugaba el clásico alternativo ante Sporting Cristal. 1 a 1 el marcador y Martín Yupanqui, arquero de facciones que calzaban con su apellido, le había tapado un penal a Jorge Soto, aquel de corrida de tranco largo. Después de algunas jugadas y más fouls, Rossi, el brasilero de melena rubia, se envalentona y corre desde la mitad de la cancha, mientras Jorge Soto lo sigue. El delantero crema llega al aréa, patea y anota: Soto nunca se animó a siquiera tocarlo.

Son solo algunos momentos de varios que he podido seguir contando. Ya no veremos celebraciones por demás elocuentes como aquella de Rómulo Fernández cuando, con camiseta del Atlético Grau de Piura, se subió a una ambulancia para tocar el claxón. Ya no veremos aquel gallo que se metió en un partido de la Copa Perú. Ya no veremos risibles contrataciones que, a principios de cada año, hacían los equipos, quienes sus dirigentes las anunciaban con ciego optimismo. Ya no veremos, en fin, al fútbol peruano...Ojalá, pensandólo mejor, no nos desafilien.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Los efectos colaterales del faenón

Francisco Miró Quesada Rada, actual director de "El Comercio".


Se fueron Alvarez Rodrich, Fernando Ampuero y Pablo O'Brien. Tres periodistas: el primero, director de Perú 21; los dos siguientes: jefe de la unidad de investigación de "El Comercio" y periodista de esa área, respectivamente. La causa: el cambio de directiva del decano del periodismo hacia un oficialismo aceitado. El imperio de los Miró Quesada contrataaca.

No nos rasguemos las vestiduras, no seamos ahora las 'viudas' de aquellos tres periodistas, por favor. Que para eso varios se ganan el óscar a la mejor actuación. La salida, desde luego, es denunciable. Sin duda alguna.

Es difícil creerse el rollo de la libertad de prensa, pero, sin agregar a esto ínfulas de moralina azucarada, se tiene que empezar a creérselo. Si no cómo olvidar cuando el canal de Venezuela RCTV fue sacado de la señal de circuito de la televisión de ese país, acá cerca estuvieron los principales medios de juntar una lista de firmas para condenar tal decisión del gobierno venezolano. Entonces, ¿en qué quedamos?

De todas maneras, cabe recordar que cuando Alejo Miró Quesada todavía mandaba, la postura de "El Comercio" ya coqueteaba con el oficialismo. Si no recuerden:

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El Perro del Hortelano: Cual columnista estrella, Alan imponía su receta neoliberal como única vía existente para el desarrollo del país. Si alguien se osaba a cuestionar su discurso, de inmediato, García desenvainaba su pluma, llamándolos transnochados, comunistas, desestabilizadores de la democracia, entre otras frases embellecidas de vituperios.

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Postura editorial a favor del gobierno con respecto al paro agrario en febrero último: militarización de las zonas donde se estaba realizando el paro.

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Postura editorial a favor del gobierno con respecto a la ley de la selva: sin consulta popular a los pueblos involucrados, Bernardo Roca Rey y su gente se afirmaban en apoyar al APRA con respecto a no derogar la ley. Cuando sucedió lo contrario, el diario, ahora más parecido a "El Peruano", ponía de volada al titular: 'Triunfó el paternalismo'. De todas maneras, un cierto consentimiento, una cierta negligencia por parte de la unidad de investigación ha debido haber, aunque mínima pero existente al fin y al cabo.

Son solo tres puntos de los muchos en los que el diario en mención ha estado en una postura de derecha, no tanto como la de Aldito Mariátegui. Digamos, más derecho que este, creo que nadie se atrevería a apostar que exista alguien. Ahora, con el cambio de directiva, se supo que Paredes Castro, editor de Política, perdería cierto poder en el diario.
Hugo Guerra tomó ese puesto y desde ahí comenzó a editorializar en contra de la Comisión de la Verdad; a favor de la investigación del chuponeo, tratando de desprestigiar al ex procurador anticorrupción Jose Ugaz.

Por otro lado, el pasado de Álvarez Rodrich no es tan 'heroico' como su salida del diario. Su pasado cuenta que este mismo fue el que en los años 1993 hasta el '98 trabajó como miembro del directorio de OSIPTEL. Es decir, durante el gobierno dictatorial de Fujimori. Por si esto pareciera poco, también fue socio y colaborador de la empresa Apoyo, participando en la elaboración de encuestas con preguntas sesgadas que contribuyeron a fortalecer la imagen de Fujimori en el país para la convalidación del ilegal golpe del 5 de abril de 1992 y de su posterior reelección.

A pesar de eso, hay que reconocer su apertura para con los ahora ex columnistas de Perú 21. Martín Tanaka, Ramiro Escobar, Fernando Rospigliosi, entre otros. Desde ahí digamos que la línea del diario no era la típica derecha ortodoxa que odia los derechos humanos y adora a los milicos. Hay que reconocer, también, que Ampuero (también a O'Brien claro) se la jugó por los audios cuando le fueron entregados. Por ello, su renuncia junto a O' Brien. Por más ego que pueda mostrar el poeta ahora periodista no hay que restarle mérito.

Reitero el tema de la censura y la ida de estos hombres de prensa es grave. Pero, por otro lado, es importante manejar el tema con cautela. No hay que vanagloriarlos y convertirlos en mitos, menos en mártires, cuando también de alguna manera les cayó el aceite...por lo menos una vez.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Después de la aceitada...su APEC




Parece que para las altas autoridades de nuestro sufrido y enigmático país, el ventarrón de la corrupción ya pasó. Romulito, Químper y, por otro lado, Fujimori, de alguna manera, descansan del ajetreo y persecución de la prensa. Bueno, al menos, eso es lo que ellos creen. En todo caso, estos 4 días feriados forman una suerte de break, de stand by, de un paseo al campo un fin de semana.

La tan mencionada (hasta por los codos) cumbre Asia- Pacífico, APEC, es la fiesta que Alan y compañía esperaban con ansias después de su matiné ALC-UE en mayo último. Por eso, no quieren hablar otra cosa más que de eso. Luis Giampetri calló a una periodista, cuando esta le preguntó sobre su cuestionada posición a favor sobre la amnistía a los militares todavía no procesados por crímenes de derechos humanos. "Por favor señorita no me baje la llanta hay que hablar de la APEC" decía un elegante Giampetri, tratando de dejar de lado su apariencia hosca y fría. Sí, ese mismo Luis Giampetri, a quien le ocasiona un síndrome de amnesia cuando le hablan de "El Frontón".

Esta es la cumbre de la diplomacia, de los hombros y ombligos inflados, de los sacos y corbatas, donde nuestro país recibe con honores al presidente de China, Hu- Jintao,
violador de derechos humanos en su país. Las portadas de los principales medios mostraban a aquel presidente asiático sonriente, grandilocuente, cerrando un tratado de libre comercio con nuestro país. Los aplausos se hacían escuchar. Mientras tanto, la ministra Mercedes Aráoz declaraba a "El Peruano" (perdón a "El Comercio"), que prefería negociar con el presidente chino, a pesar de sus crímenes: claro la tan influyente idea fujimorista "el fin justifica los medios". Un pensamiento que no en pocas personas aparece.

Ahora, claro, cualquier voz disidente, opositora, que pone reparos o alguna duda es víctima de una sanción moral, "lo tienen que multar de inmediato, qué barbaridad". Otra vez Alan calla a los que quieren, por ejemplo, expresarse en contra de Bush. No es nuevo eso, digamos. Desde aquellos primeros días del segundo gobierno aprista, García apostó por tomar unos aires tan arbitrarios, tan mandones y tan autoritarones. Pero no voy a ponerlo todo en blanco y negro: el gobierno actual no es una dictadura...aunque a veces, valgan verdades, pareciera que sí.

Dos cosas que Alan ha dicho para recordarlas a fin de año, tal vez, mirando al cielo y sonriendo la tragicomedia de vivir en el Perú:

- "Estamos blindados de la crisis mundial".
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Piensa en la reelección en el 2016. Un motivo para asustarse y con roche.


Vaya, mientras eso pasa los rezagos del terrorismo pululan por la zona del VRAE, silenciosamente y contando con la desatención del estado...para variar...

Mientas se toman sus cócteles, hablando del libre mercado a ultranza (a pesar de su actual fracaso), los efectos colaterales de la aceitada los sufrió el decano del periodismo: "El Peruano", perdón otra vez, "El Comercio".

jueves, 6 de noviembre de 2008

Ni Dalí lo hubiera hecho mejor

Desde épocas escolares, siempre comentaba con un compañero sobre el carácter sui generís de las portadas del periodismo futbolero-deportivo. Por ejemplo, cuando un clásico coincidía con el día de la canción criolla, o cercano al festivo día, la portada era Waldir Saénz con la guitarra y Juan Flores en el cajón. El titular era: "De rompe y raja" o el empalagoso "Clásico es amarte". Cuando la selección juega, por lo general se apela a ese chauvinismo de pandereta: "Te amo Perú". En fin, portadas que siendo el cliché de todas las temporadas daban espacio a lo risible, a lo grotesco, desbordando las fronteras surrealistas.

Pero, sin duda alguna, la portada que se ha llevado todas las carcajadas, y por amplio margen, es la que ha publicado el Líbero el último martes, aprovechando la coyuntura de la victoria de Barack Obama en las últimas elecciones presidenciales gringas.

Simplemente contémplenlo:




Es cierto: Ni Salvador lo hubiera hecho mejor.